El presidente de Endesa, Manuel Pizarro, ofreció una conferencia a mediodía de este miércoles en el Club Siglo XXI rodeado de notables. "Venimos a hacerle la ola a Manolo", señaló un socio. Y así fue: aplausos, sonrisas, carcajadas, enhorabuenas, parabienes y muchos abrazos. Lo que se llama un baño de multitudes, pero con gente bien. Estaban presentes el ex presidente de la Junta de Galicia, Manuel Fraga, el presidente de la Bolsa de Madrid, Antonio Zoido, la ex ministra Isabel Tocino, el ex presidente de Red Eléctrica, Pedro Mielgo, y periodistas como Manuel Martín Ferrán, que se permite hacerle la pelota a Pizarro afirmando que los cortes de suministro son siempre de otras empresas. Con tanto aplauso Pizarro se muestra ‘sobrao'. Dice que van a ganar más dinero que GN e Iberdrola juntos, una comparación como otra cualquiera, se pueden imaginar. Además señala que en caso de que la OPA de E.ON fracase, seguirán siendo la primera eléctrica española, la segunda de Francia, la tercera de Italia y la eléctrica de referencia en Hispanoamérica, "Nos comeremos el mundo, así de claro". Ovación en la sala, ante una chulería más propia de Chamberí que de Teruel.

Tan solo se mostró incómodo cuando a alguien se le ocurrió señalar la posibilidad de que pudiera ser calificado de antipatriota por propiciar la venta de Endesa a E.ON. Pizarro responde afirmando que España acude al mercado internacional financiar sus 90.000 millones de euros de déficit comercial y parece que sólo se debate el problema cuando alguien plantea una inversión directa. "Mezclar algo tan importante como el dinero con el patriotismo es demasiado", señala Pizarro, que añade que patriotismo es "hacer las cosas bien y mantener la seguridad jurídica". Así que advierte al actual gobierno que si España pasa de uina calificación financiera de una calificación financiera de AAA a AA las hipotecas se pondrán uno o dos puntos por encima. "Los que hayan provocado esto habrán hecho un flaco favor a su patria".

Y, ya puestos, Pizarro insiste en que patriotismo es favorecer el ahorro de los españoles para que haya más capital para comprar empresas y censura el impuesto sobre patrimonio porque considera que desincentiva el ahorro. Y, metidos en harina, también critica que tengamos unos planes de pensiones de reparto en lugar de planes como los norteamericanos, que se han convertido en la base de capital de todas las compañías del mundo.