La buena acogida en Italia de esta comedia titulada Manuale damore parece confirmar que, tanto en nuestro país como fuera de nuestras fronteras, estamos deseando pasar un rato divertido con cualquier producto.

 

Manual damore está dividida en cuatro partes que, según su director, son las fases por las que atraviesa el amor entre una pareja: «el enamoramiento», «la crisis», «la traición» y «el abandono». Con esta declaración de intenciones ya pueden darse cuenta que lo que no contempla el cineasta italiano es que una relación amorosa pueda durar toda una vida quizás porque, como él mismo ha manifestado : A mis cuarenta ya pasados, he vivido todas las fases que se describen en la película, y aunque como sociólogo y filósofo pienso y escribo acerca del amor de manera teórica, estoy convencido de que es un sentimiento oscuro que nadie llegará a comprender nunca. Es decir, nuevamente, nos topamos con aquella frase tan apropiada: ¿Cómo puede ser malo el divorcio si yo estoy divorciado? (Por qué soy cristianoy sin embargo, periodista- José Eulogio López. Editorial Tibidabo, 1992)

 

Dejando clara esta precisión, si van a ver Manual damore se van a encontrar ante una comedia sencilla en su planteamiento, con situaciones y diálogos divertidos alrededor del amor, pero irregular en su desarrollo. De tal forma que si el apartado dedicado al enamoramiento es amable, y de humor bastante blanco, no ocurre lo mismo con el dedicado a el abandono que recurre, para provocar la carcajada, a auténticas astracanadas casposillas mil veces ofrecidas en el cine. Un ejemplo : cuando el médico-amante se esconde debajo de la cama cuando llega el marido.

 Muy bien interpretada, Manuale damore se ha convertido en la comedia italiana más taquillera del año 2005 y una de las películas más nominadas de los Premios Donatello (el equivalente a los Goya españoles) a pesar de encontrarnos ante una comedia simpática pero menor. Eso sí, no podemos criticar a los italianos porque en nuestro país triunfan comedias de un tono mucho más burdo y grosero en su contenido, léase Torrente 3 o Los dos lados de la cama)

 

Para: Adultos y jóvenes que vayan al cine a contemplar comedias intrascendentes.