Sr. Director:
Como di a conocer hace unas semanas en una carta al director, en este medio, por desgracia en el asunto de los Objetivos del Mileno, Caritas sigue el mismo derrotero que Manos Unidas, y a su nivel más elevado, es decir Caritas Internationalis.

 

Imagino que con los mismos planteamientos, asumimos de los objetivos todo aquello que es asumible desde una perspectiva cristiana. Se salva así en cierto modo la identidad, pero al coste de crear confusión, con lo cual tampoco se adelanta nada.

La comparación que hace ud. sobre lo de los mandamientos sirve de ejemplo pero la verdad tampoco es adecuada. No es lo mismo unos mandamientos que vienen de Dios que una propuesta humana y, por lo tanto, asumible de modo discrecional. Es decir aun siendo correcta la postura de Manos Unidas, no es en modo alguno conveniente, por la confusión que crea, por una parte, y por donde puede parecer que se pone el acento por otra parte (en el caso de la campaña de este año: el planeta, no la persona).

De todos modos partiendo del mensaje del evangelio la verdad es que los cristianos no necesitamos la motivación de unos objetivos humanos teniendo una misión mucho más exigente que queda sintetizada en el juicio que aparece en el capítulo 25 del evangelio según san Mateo.

Ojalá pronto Caritas y Manos Unidas sean capaces de librarse de ciertos lastres que todavía arrastran y dificultan su andadura.

Carlos Mauricio Castelló Escrig