• Al colocar a la infanta como presidenta de Aizoon, el duque de Palma la ha puesto en el escaparate y ha roto toda la estrategia judicial de Zarzuela.
  • El juez tendrá ahora más problemas para persisitir en su línea de condenar a Udangarín y dejar al margen a su esposa.
  • La infanta, víctima del síndrome de Estocolmo, acata hasta el momento y sin rechistar todo lo que dicte su marido.
  • Ahora se han vuelto a conocer nuevos datos: Urdangarín y la infanta Cristina cobraron 1,1 millones de euros del Intituto Noos.
  • La policía, en el análisis de las 40 cuentas corrientes relacionadas con el caso, revela transferencias de dinero a Luxemburgo por valor de 712.000 euros.
  • Pese a la constancia documental de transferencias a Suiza, la instrucción todavía no ha acumulado suficientes pruebas para atribuir a Urdangarín y su socio Torres un delito fiscal y otro de blanqueo de capitales.

¿A qué juega Iñaki Urdangarín? La frase no es una broma relacionada con el pasado olímpico del yerno de los Reyes. Es lo que se preguntan en Zarzuela a tenor de los últimos acontecimientos. La decisión del duque de Palma de colocar a la infanta Cristina como presidenta de Aizoon, una de las sociedades con mayor implicación en la presunta captación de fondos públicos, evasión de capitales y fraude fiscal en torno a la red Nóos, no se entiende desde ninguna perspectiva. Tira por tierra la estrategia diseñada por Casa Real, condenar a Urdangarín para luego indultarlo, y siempre dejando al margen a la infanta Cristina.

El propio juez Castro señaló que "conocer" no es lo mismo que "participar". ¿Pero cómo se entiende que conociendo, alguien asuma la presidencia de una sociedad que está siendo investigada por la Justicia? Según publicó El Economista, la infanta, en una junta celebrada en Maryland, aceptó la presidencia de Aizoon, de la que hasta aquel momento había sido secretaria general. Su marido, el duque de Palma, pasó a ocupar el puesto de su esposa.

La firma estaba participada a partes iguales por ambos, y según obra en las hojas de contabilidad de la empresa, doña Cristina habría efectuado a su cargo gastos personales, como las obras en el palacete de Pedralbes y Washington, amén de haber abonado con cargo a Aizoon las cuentas del personal doméstico. Si Castro decidió no imputar a la hija de los Reyes de España para no estigmatizarla, Urdangarín la ha puesto en el escaparate, al mando de una sociedad, que, pese a haber presentado pérdidas en dos ejercicios consecutivos, tiene unos activos de un millón de euros.  

Cada vez es más evidente quién manda en el hogar de los duques de Palma. Ya destrozó los planes de la Reina de pasar unos días con su nieto y su hija cuando consiguió que los niños volvieran a Barcelona cuando no habían pasado ni dos días en Mallorca. La infanta ni siquiera pisó tierra balear para demostrar el apoyo a su marido, excluido de las vacaciones estivales.  Y eso que el Gabinete de Prensa de Zarzuela ya había anunciado la visita de la hija de los Reyes de España a Marivent. El cambio de planes fue rotundo: junto a su marido doña Cristina pasó unos días en las playas del País Vasco Francés, concretamente en Bidart.

Hay quien dice que la infanta padece síndrome de Estocolmo o, sencillamente, está absolutamente enamorada de su esposo. No lo está pasando bien. A pesar de haber intentado mantener apartados a sus hijos de toda la información relacionada con el caso, su hijo mayor, Juan, sabe lo que ocurre, está en una edad en la que se empieza a manejar Internet. Por si esto fuera poco ha tenido que aguantar algún insulto por parte de los viandantes barceloneses cuando ha salido a la calle. Su situación no es agradable.

Pero no todo van a ser problemas. En el ámbito laboral no puede quejarse. Seguirá trabajando para Caixa, pues en la entidad están contentos con ella y recuerdan que fue contratada antes de que se casara con Iñaki Urdangarín. La situación es muy distinta a lo que ocurrió con Telefónica, donde Urdangarín ha sido cesado como delegado de la operadora en Washington. Lo suyo no fue una dimisión, fue un cese autorizado por la Zarzuela.

Según informa el diario El País en su edición en papel, Urdangarín y la infanta Cristina cobraron un millón de euros del Instituto Nóos. Curiosamente, la misma información aparecía en la versión on line del diario a primera hora de la mañana bajo otro titular en el que no estaba la infanta. Sin embargo, a lo largo de este lunes, el titular en Internet ha cambiado en varias ocasiones.

Por otra parte, es de todos conocido que la esposa de Diego Torres (Ana María María Tejeiro), socio del duque de Palma, está imputada en la investigación del caso Nóos, no así la infanta Cristina, pese a la petición del sindicato Manos Limpias. Según El País, el Instituto sin ánimo de lucro ingresó nueve millones de euros entre 2004 y 2007, y de su cuenta corriente salieron la mayoría de los fondos hacia siete sociedades privadas, todas ellas propiedad del duque de Palma, de sus socios o de ambos. Del análisis de esa cuenta y de otras 39 más, la policía ha concluido que las dos parejas, los matrimonios Urdangarín y Torres, recibieron tres millones de euros del Instituto Nóos. Casi dos millones fueron a parar a Diego Torres y su esposa, y 1,1 fueron para la infanta Cristina y su marido.

El grupo de Delincuencia Económica de la Policía, en el análisis policial de las 40 cuentas corrientes relacionadas con el caso, revela las transferencias de dinero a Luxemburgo por valor 712.000 euros. Pese a la constancia documental de traslado de fondos a Suiza, la instrucción todavía no ha acumulado suficientes pruebas para atribuir a Urdangarín y Torres un delito fiscal y otro de blanqueo de capitales. De momento, Urdangarín y su socio serán juzgados por los delitos de malversación de caudales públicos, falsedad documental y fraude a la Administración.

Miriam Prat
miriam@hispanidad.com