Elimina la exigencia de la autorización autonómica para la apertura de comercios

Esperanza Aguirre se adelantó a Rajoy en la limpieza del partido. Se adelantó al Gobierno en la eliminación del Impuesto de Patrimonio. Y ahora se vuelve a adelantar al Gobierno en la liberalización de los servicios. El Gobierno lleva años mareando la perdiz de la trasposición de la directiva Bolkestein de la liberalización de los servicios. Probablemente porque pretende establecer tales excepciones a la norma general que dejará la norma bajo mínimos. Algo así como la Ley General Audiovisual, que se ha convertido en la Ley Residual Audiovisual.
El punto clave se encuentra en la liberalización del comercio. Cataluña presiona para que la moratoria autonómica que impide la apertura de hipermercados no sea afectada por la citada directiva. Pues bien, Aguirre regula que la segunda licencia autonómica no exista en Madrid. Por lo tanto, habrá barra libre para la instalación de comercios. Y barra libre también en los horarios comerciales.

De esta manera se pretende impulsar la creación de empleo. Es una visión vanguardista frente al proteccionismo conservador de -por ejemplo- obligar a las eléctricas a comprar carbón nacional para mantener la industria. De nuevo, Aguirre a la delantera con una norma que convierte el silencio administrativo en positivo y que modificará hasta 70 normas autonómicas.