Los obispos de Madrid han publicado un interesante análisis sobre el aborto en Madrid, capital del aborto en el paraíso mundial del aborto en el que se ha convertido España con su ley coladero de 1985 (a lo que habría que unir la tenebrosa, y nazi, reforma del a fecundación ‘in vitro' del actual Gobierno Zapatero). Recordemos –cifras de 2004- los datos que utiliza el documento episcopal: de los 85.000 abortos anuales se calcula que en 2006 ha podido superarse la cifra de 100.000 homicidios, tan legales como cobardes.

Fue Felipe González quien legalizó el aborto en España, ciertamente, pero Aznar no está libre de pecado. Nada hizo por retener la sangría. Porque no olvidemos que la peculiaridad de la legislación española en la materia, la misma que ha convertido a nuestro país en el gran matadero de incoherentes, consiste en el coladero de la salud psíquica de la madre, que permite a las desaprensivas abortar en cualquier etapa del embarazo –en cualquiera, incluidas las 24 horas antes del parto- si peligra la salud psíquica de la madre… que siempre peligra porque siempre hay médicos y psicólogos canallas dispuestos a firmar cualquier certificado.

No sólo eso: el Gobierno del PP aprobó la píldora abortiva y, lo que es muchísimo peor, muchísimo más grave, y con una gravedad muchísimo más desconocida, la píldora postcoital, la del Día Después. Abortiva, por supuesto que sí, y que se receta a las adolescentes a espaldas de sus padres. Asusta pensar el tipo de mujer que puede salir de un desprecio tan bestial a la vida de sus hijos y a su propia dignidad de estas adolescentes a las que el alcalde de Madrid, el señor Ruiz Jiménez Gallardón, les regala píldoras del día después, especialmente los lunes por la mañana.

También asusta pensar que buena parte de los abortos que se perpetran en Madrid, en abortódromos privados, están financiados por la Comunidad (para ser exactos, 1 de cada 5), por Esperanza Aguirre, experta en firmar conciertos con la clínicas Dator, Ginemedex, Isadora y demás campos de exterminio.

Sí, como dicen los obispos, Madrid es un paraíso del aborto: ¿Y quién gobierna en el Distrito Federal?

Eulogio López