Sr. Director:
¿Nostradamus cuenta que chino chano estamos convirtiendo este por oeste?..., ¿o a este occidente no hay quien le oriente?.

 

El norte se pierde cuando la brújula queda hipnotizada por el afán de llegar. La sumisa y constante China, siempre expectante y precisa, ha escalado desde el común silencioso denominador, al segundo cajón del podium dinerati después de haber convertido, escarbando desde el hormiguero, su inversión en misión apeando a Japón al  bronceavo falsificado. La propuesta oriental emerge, tal como su pólvora y su sol naciente, gracias al plan estratégico y al interés de logro que idearon y pusieron en marcha sus civil izados dirigentes. Secuencia y mente distorsionan en el tiempo creyendo que ipso facto  se ha producido la invasión, o rodeo por ahora, de los risueños amarillos. A todo esto, el tour operador de la moncloa y una azafata con peineta y montilla, a quien le hace falta una carambola china para entretener a sus seguidores, intentan alquilar sin traspaso el territorio para que construyan su segunda muralla.

A pesar de tener los ojos rasgados se fijan en todo y son ellos quienes fijan la forma, la norma, el modo y el todo, les queda un trabajo de chinos. Tanta importación sólo importó hasta que sólo servir no sirvió. Ahora occidente reclama recelosa la fabricación de lo que un día, por avaricia instantánea e inconsecuente, exportó de su mano a la mano de obra barata que, actualmente, es quien ostenta la batuta por astuta.

Rechinan los dientes a más de uno después de haberles rebotado la piedra del tirachinas. El rollito agridulce de traer empresa oriental favorecerá nuestra inminencia y asentará su eminente estrategia. Al final va a tener razón el profeta y no habrá final feliz. A occidente le ha entrado envidia con china, el lejano oriente está en cada esquina y el próximo occidente estará orientado hacia la próspera austeridad y la constancia mal pagada, la del chino chano y si no al paro. La importancia de importar sin fabricar ha sucumbido ante la experiencia de exportar elaborando. 

De aquí  un par de años habrá productos made in chinaspain y al jamón dulce se le llamará japón de wok y a la paella paela tlé delisia.

¿A quién colocarías sobre el caballo amarillo del mago de oriente, a un chino o a un nipón?, lo mismo da si pones chinos que nipones, ya va solo. El cercano oriente es el próximo occidente.

Óscar Molero Espinosa