Air France, por contra, no puede deglutir más. El problema de BA continúa siendo su dramática situación contable

Aunque el nuevo presidente de Iberia, Antonio Vázquez, intenta poner al mal tiempo buena cara, al menos ante los analistas, lo cierto es que las conversaciones de fusión entre Iberia y British Airways no marchan. Los más de 4.000 millones de euros de minusvalías del fondo de pensiones de la británica lo hace imposible.

Por eso, los intermediarios han abierto las posibilidades. Air France ya tiene bastante deglución prevista y no está para nuevas, pero la alemana Lufthansa, con quien ya se habló en el pasado, sí, Lufthansa es ahora, tras Air France, la número dos del continente y quiere crecer. Se ha mostrado dispuesta a negociar una fusión con una aerolínea que ofrece un mercado hispanoamericano excelente y una tasa de rentabilidad superior a la de la propia Lufthansa o a cualquier otra compañía de red, a pesar de las pérdidas del presente año.