El presidente de Competencia pide que Telecomunicaciones vuelva a la política de cuotas

La Comisión Nacional de Competencia (CNC), que dirige Luis Berenguer, ha mostrado estos días su disconformidad casi absoluta con el modelo regulatorio que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha propuesto al sector para las nuevas redes de Internet a alta velocidad sobre fibra óptica que está desplegando Telefónica.

Un modelo regulatorio que los técnicos de la CMT llevan trabajando prácticamente todo este año 2008, y que implica tomar decisiones que no son sencillas, y que, si se hace bien, pueden situar a España en el vagón de cabeza de la Sociedad de la Información de Europa de una vez por todas.

Para ello, la CMT ha consultado al sector, ha hablado con los operadores, se ha reunido en innumerables Consejos y ha tratado de poner en marcha una normativa que respete la inversión del operador más significativo del mercado, Telefónica, y que incentive la de los entrantes. Tarea nada sencilla en la que han invertido grandes esfuerzos en los últimos meses. Ahora, la CNC, cuya tarea es la defensa de la Competencia, pero cuyos conocimientos no pueden compararse a los de la CMT ni en el sector, ni en la tecnología, ni en la naturaleza de cada operador y las relaciones entre ellos, ni en cómo está la cuestión en otros países, emite un informe severamente en contra de todo ello.

Teniendo como tienen las telecos un regulador competente -además de estar también bajo la normativa de nada menos que tres Ministerios y, por añadido, la Comisión Europea- el informe de Competencia sólo viene a generar ruido en un sector ya suficientemente torturado por las normas, a pesar de llevar diez años de liberalización.

Además, no se puede olvidar que los informes que la CNC elabora y difunde convenientemente a los medios, no son vinculantes, sino sólo preceptivos.

Es decir, que, a final de cuentas, en lo que se traduce es en la búsqueda de presencia en los medios por parte de la Comisión y de su presidente, y en el entorpecimiento de la puesta en marcha de unos servicios que van a ser beneficiosos para todo el mercado.

En resumen, Berenguer vuelve a la política de cuotas, según la cual lo importante para la libre competencia es que varias empresas se repartan el mercado. Para Reinaldo, sobre todo desde que Sebastián ocupa el Ministerio de Industria, competencia significa que el conjunto del sector ofrezca servicios de banda ancha -la famosa sociedad de la información-, al menor precio.