• La marca de coches se marcha del país (parcialmente) por razones fiscales: como cunda el ejemplo...
  • La enseña italiana por excelencia desde hace 115 años se llamará a partir de ahora Fiat Chrysler Automobiles (FCA).
  • Mantendrá activo el centro de desarrollo de Turín y todas las plantas de producción en Italia.
  • Pero tendrá la sede legal en Holanda y la fiscal en Reino Unido, cotizará en la Bolsa de Nueva York.
  • La nueva FCA prevé alcanzar en 2014 una cota de ventas de 93.000 millones de euros, frente a los de 86.816 millones de cierre de 2013.
La pela es la pela. Por eso, Fiat, la marca italiana por excelencia desde hace 115 años, se llamará a partir de ahora Fiat Chrysler Automobiles (FCA), tendrá la sede legal en Holanda y la fiscal en Reino Unido, cotizará en la Bolsa de Nueva York, aunque mantendrá una cotización secundaria en el mercado electrónico de Milán.

Vamos, que se va por razones fiscales, es decir, porque en Holanda y Reino Unido los impuestos son más baratos. Claro que, como cunda el ejemplo, y todas las empresas europeas se vayan a Holanda y al Reino Unido... A eso se le llama competir en igualdad de condiciones.

La nueva marca también cambia el logotipo: ahora lo conforman las iniciales 'FCA' en color azul, e incluye debajo la denominación 'Fiat Chrysler Automobiles' en caracteres de menor tamaño y en un tono gris.  La integración de las dos empresas automovilísticas en el nuevo grupo se realizará a través un proceso que la compañía espera tener cerrado antes de este año.

La combinación de Fiat y Chrysler dará origen al séptimo mayor fabricante automotriz, y prevé alcanzar en 2014 una cota de ventas de 93.000 millones de euros, frente a los de 86.816 millones de cierre de 2013. El objetivo es poder competir con General Motors, Ford Motors, Toyota o Volkswagen.

El consejero delegado Sergio Marchionne intentó suavizar el impacto de la noticia en Italia asegurando que Fiat —o sea, FCA— mantendrá activo el centro de desarrollo de Turín y todas las plantas de producción en Italia, pero salvo el primer ministro, Enrico Letta, que ha hecho un llamamiento a los italianos para que sigan sintiendo la marca como propia, la sensación general es de disgusto y preocupación. "A este paso", según Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, "aquí solo quedará de Fiat el esqueleto de las fábricas", informa El País.  
 
Al margen de la opinión favorable del presidente del Gobierno, todas las demás son de gran preocupación. Filippo Taddei, el nuevo responsable económico del Partido Democrático (PD), ha condensado en un par de frases la sensación general: "Esta noticia cambia aquello que era Fiat para los italianos. Es una empresa que ya no es italiana. Y eso nos disgusta". Entre otras cosas porque, durante los últimos años, el Estado italiano —o sea, los contribuyentes— han puesto mucho dinero para que, antes del acuerdo con Chrysler, las plantas siguieran produciendo.

A los italianos cabría decirles: bienvenidos al club. En España, Endesa ha dejado de ser española (para ser italiana, precisamente); y Seat se ha 'germanizado' tras su absorción por Volkswagen.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com