Impermeabilizar la valla de Ceuta y Melilla con soldados tampoco parece una buena idea. Cuarenta y ocho horas después de aplicarse la medida, en la madrugada del lunes, 700 africanos intentaban pasar y 350 lo conseguían. Nadie podrá decir que el presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda, no lo había advertid los soldados no tienen métodos antidisturbios ni están entrenados para enfrentarse a civiles, salvo que se quiera provocar una matanza.

Por otra parte, el empeño del ministerio de Defensa en que los soldados no dispararían contra los inmigrantes resulta tan ético como ilógico. Si no van a disparar contra los inmigrantes ¿para que desplegar soldados armados?

Maruecos en el entretanto continua presionando.