Sr. Director:
Mientras los organismos internacionales no dejan de advertir de los riesgos de nuestra economía, de la necesidad de enviar mensajes de confianza a los mercados y de la urgente necesidad de abordar las reformas económicas, del gasto público y del marcado laboral, que exige la actual coyuntura, el Gobierno se ha puesto de rodillas ante los nacionalistas vascos y catalanes para sacar adelante el proyecto de reforma de la negociación colectiva.

 

Hasta el propio parlamentario del PNV Josu Erkoreka, ha comentado "que nunca había conseguido tantas concesiones del Ejecutivo a cambio de la mera abstención de su grupo en el Congreso. En mi trayectoria no he conocido un caso semejante".

El problema está en la nula capacidad de este Gobierno para generar confianza, y no en que la oposición haga su trabajo. Continúa así adelante una agonizante legislatura con el cadáver político de Zapatero al frente y una España cada vez más a la deriva, entretanto los grupos nacionalistas se aprovechan de la debilidad gubernamental, y el país con cifras escalofriantes de parados y pequeñas empresas que se ven obligadas a cerrar, porque no pueden hacer frente a los pagos de los empleados.

Y el "pato cojo" de ZP como dice el refranero "no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver".

Pilar Mariscal