Ahora, Inmobiliaria Colonial sólo tiene dos opciones: o se retira o lanza una oferta en regla, no por el 20% del capital. Tal y como está planteada, la OPA de los Sanahuja no gusta a nadie, en un consejo que controla el 34% del capital. Antonio Brufau ya intentó hacer con Metrovacesa tres años atrás. A Colonial le queda la opción de lanzar una OPA sobre el 100 por 100, pero eso es mucho dinero

Ocurrió tres años atrás. El entonces presidente de Inmobiliaria Colonial, y actual presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, telefoneó a Joaquín Rivero, presidente de Metrovacesa, con una voz envuelta en aura de secreto:

- Cógete el primer avión. Necesito hablar contigo urgentemente, en Barcelona, esta misma tarde.

Rivero cogió el puente aéreo y apareció en la sede de La Caixa, donde le esperaba un circunspecto Brufau:

- Joaquín, quiero que sepas que se prepara una OPA inminente sobre tu empresa. Yo puedo pararla, pero debemos llega a un acuerdo.

A lo que del Rivero respondió:

- Si estás seguro de que mañana me van a lanzar una OPA es porque vas a lanzármela tú. Por tanto, mejor que no sirvan el segundo plato. Me vuelvo a Madrid para preparar la batalla.

Fuese y no hubo nada.

No es la primera vez que Inmobiliaria Colonial, es decir, La Caixa, quiere hacerse con Metrovacesa, lo que sin duda constituiría, de largo, el primer grupo inmobiliario español. Un malvado lenguaraz diría que lo que pretendía Colonial era hacerse con Metrovacesa con el menor dinero posible, pero resultaría un muy lamentable atentado contra la España plural.

El asunto, por tanto, viene de atrás. Sin embargo, ahora es Hispanidad quien ha podido saber que en la nueva andanada, esta vez sí concretada en una OPA, el opante, la inmobiliaria Sacresa, propiedad de la familia Sanahuja, tiene detrás a La Caixa. De hecho, Román Sanahuja, que posee un 24,3 de Metrovacesa y tres vocales se ha metido en una operación que supera sus posibilidades de liquidez: estamos hablando de 1.500 millones de euros, y sólo por un 20% del capital.

Entendámonos: la oferta es buena, muy buena, porque 78,8 euros por acción supone una importante prima sobre el mercado, y sobre una cotización ya muy inflada.

El problema es el 20%. Recordemos que el Consejo de administración de Metrovacesa controla sin contar la participación de los Sanahuja- el 34% del capital. Así, al pronto, el fondo holandés PGGM posee un 8,6%, Joaquín Rivero, un 6,7%, Bancaja 6%, Juan Bautista Soler presidente del Valencia- 5,4%, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) 3% y Caja Castilla La Mancha (CCM), con un 3%.

Ahora bien con esa división accionarial, a nadie le hace gracia una OPA sobre el 20% porque se supone que sólo podría vender una quinta parte del capital. Las otras cuatro quintas partes sufrirían una devaluación fuerte con el previsible derrumbe del valor, al día siguiente de culminada la OPA. En definitiva, los Sanahuja se harían con el control de la Metrovacesa, con un 46% del capital.

Por el contrario, Rivero lo tiene claro: si quieren lanzar una OPA en serio, que lo hagan sobre el 100 por 100 del capital. Imposible para los Sanahuja y difícil para La Caixa, porque hasta para un monstruo como Colonial, arriesgarse a una OPA que supera los 7.000 millones de euros no es moco de pavo.

En cualquier caso, al parecer sólo hay alguien que en España no se cree lo del estallido de la burbuja inmobiliaria: los inmobiliarios.