Sr. Director:

Ha sido una inmensa alegría escuchar ayer las palabras Habemus Papam, porque 17 días sin Padre se nota.

No obstante, no faltan quienes desde el principio han tachado al nuevo Pontífice con la etiqueta de conservador, de pesimista, deY es que parece mentira que hoy a la fidelidad le llaman retroceso, al realismo pesimismo... Las etiquetas no son justas ni buenas, y menos cuando se habla de personas, y, menos aún, cuando se habla del que hace las veces de Cristo en la tierra. Y no son justas porque no abarcan toda la realidad, ya que sólo focalizan un aspecto que se quiere enfatizar por un interés sibilino, que en este caso está muy clar parece que hay un cierto interés en que se rebaje el listón que desde el comienzo de la Iglesia se ha mantenido vivo y vivido. A mi juicio el listón se quiere bajar no porque no se pueda vivir la doctrina, sino porque no se quiere vivir. De este modo los que piden bajar el listón quieren justificar así su propia conducta.

Sin embargo es la hora de vivir con fidelidad las exigencias de la vocación cristiana y apoyar a Benedicto XVI. Si hemos querido a un Papa que ha sabido vivir con heroicidad y ejemplaridad las exigencias del Concilio Vaticano II, el amor a todos sin excepción de personas ni ideales, entonces con más razón debemos seguir las mismas directrices con mayor responsabilidad si cabe, ya que la Iglesia está muy necesitada de cristianos coherentes cada uno según su propia condición.

Luismel Soren Emili

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