Sr. Director:

Hay que ahorrar, pero en lo superfluo e innecesario y no en lo esencial.

 

Por ejemplo, es sorprendente ver que en Cataluña se recorta en servicios básicos como hospitales y escuelas mientras se mantienen capas burocráticas repletas de cargos políticos. Me refiero, por ejemplo, a los innecesarios consejos comarcales y sus más de mil "consellers", en su mayoría de CiU, y cuyos sueldos y privilegios nos cuestan cada año 600 millones.

Si se eliminaran no haría falta recortar ni un solo euro de la sanidad. ¿Por qué no quiere hacerlo, señor Mas? El gobierno catalán tiene una financiación nada despreciable y la prueba es que disfruta del presupuesto más elevado de todos los gobiernos autonómicos de España. El problema es que el nacionalismo ahorra y gasta donde no debe.

Rosa Álvarez