Sr. Director:
Esta mañana, me he despertado oyendo en la radio la última sentencia de la ministra Del la Vega: La asociación de víctimas del terrorismo es una privilegiada... Y lo dice así, ¡tan tranquila!
Sumida en mi perplejidad, he intentado ponerme en las zapatillas de Irene Villa, pero no he podido, Irene Villa no tiene piernas, tiene el privilegio de estar sin piernas, porque ETA se las arrancó. He sentido el privilegio de ser la hermana, la novia y los padres de Miguel Angel Blanco, 48 eternas horas de desolador sufrimiento, esperando a que su hermano, novio, hijo, recibiese el tiro en la nuca, de saber que ya nunca lo volverán a ver con vida, de pensar en lo que pasaría por su cabeza en las horas, minutos y segundos de angustia que le quedan en su cautiverio.
He intentado ponerme en el lugar de Ortega Lara, metido en su zulo, he vuelto a recordar su cara al ser rescatado del mismo, aquella cara de muerto viviente y he pensado ¿esto es un privilegio?
He dado gracias a Dios por no ser la hija o esposa de tantos muertos, tirados en la acera con el tiro de gracia en la nuca, por no tener el privilegio de ver a mi esposo o padre sin vida en el asfalto, o por no haber presenciado como un desalmado le pegaba el tiro de gracia.
Si estos políticos que nos gobiernan quieren entregar el País Vasco a la ETA, que lo hagan ya, que implanten la dictadura de ETA a las claras, de una vez, pero, por favor, que no amparen sus intenciones en insultos de tal calibre. Dejen de humillar a quienes ya no tienen consuelo. Y si esto lo dice la señora de la Vega, porque piensa que los miembros de esta asociación ya tienen el suficiente dinero, que sepa que no hay dinero en el mundo que consuele a quienes han perdido a sus seres queridos por un acto violento. ¿O es que la señora de la Vega, querría tener el privilegio de ser viuda o huérfana de un asesinado por ETA, o simplemente, el privilegio de estar mutilada?
Y, esto me recuerda, que, cuando los españoles ponemos en nuestra declaración de hacienda una cruz en la casilla que dice algo así, como otros fines de interés social sepamos a quienes le van a negar nuestra ayuda.
Mª Ángeles Sáez de Adana Tarifa
asaezdeadana@gmail.com
