Los ánimos en la sede del PP en la calle Génova no están para tirar cohetes. La coordinación del equipo de campaña no es la esperable a 15 días de las elecciones europeas. El argumentario está sin elaborar y el equipo anda rezagado sin saber qué venderán frente a la propuesta socialista de una Europa "social y laica". La respuesta –y siempre a la defensiva- será la defensa de la Europa cristiana y de los valores.

 

El discurso del candidato popular a las europeas, Jaime Mayor Oreja, será también el de la eficacia frente a la demagogia. Y tiene material porque el viernes 28, la ministra de Agricultura, Elena Salgado, tiene el cuajo de publicar una tribuna periodística titulada "El arte de negociar en la UE en materia de Agricultura". Lástima de jubilación de Federico Trillo: ¡Manda huevos!

 

Pero el programa no es lo único en lo que el PP es deficitario. También acude a las elecciones europeas sin ilusión. No la tiene el equipo de campaña ni el propio Oreja, más alicaído que nunca. El clima de depresión es tan importante que en Génova "descuentan" un resultado de 18 eurodiputados. Una miseria si tenemos en cuenta que existen 50 puestos en liza y que el PP se juega su presencia política y la eventual deslegitimación de un PSOE que se encuentra crecido y que sabe que ha llegado para quedarse.