El imperio PRISA factura 2.000 millones de euros y mantiene una deuda de 4.850

 

Para Ignacio Polanco y Pancho Pérez hay venderlo todo menos Santillana y El País. El Banco de España presiona a los bancos para que ejecuten pero ni Botín ni FG se atreven.

El gobernador del Banco de España ha decidido aplicar mano dura con los impagos. Exige a la banca que ejecute los impagos de grandes empresas, sean constructoras o informativas. La verdad es que el gobernador MAFO no tiene fuerza moral alguna para tal exigencia pero, en cualquier caso, tras unos últimos años donde más que supervisión lo que se ha hecho es guiarse por consignas políticas, por ejemplo, la de la inversión de las cajas de ahorros en bancos.

En cualquier caso, y pasando a las empresas informativas, con los dos principales grupos filosocialistas -PRISA y Mediapro- en quiebra técnica, ni Emilio Botín, ni Francisco González, presidentes del Santander y BBVA, se atreven a ejecutar, por ejemplo, el grupo PRISA. Y lo mismo ocurre con las dos grandes cajas, Caja Madrid y Caixa. Los banqueros prefieren acusar al Banco de España de instigar el embargo y ya se encargará el editorialista de El País de crucificar al gobernador MAFO, por otra parte, afín a PRISA.

Y conste que ésta no es la postura de los hermanos Polanco ni de su socio Pancho Pérez. Para los propietarios de PRISA, lo mejor sería venderlo todo, pagar la deuda y volver a los orígenes, con Santillana -que aún ofrece rentabilidad, especialmente en Iberoamérica-. Todo lo demás, incluyendo la SER y Cinco Días, a vender.

Cebrián, que tonto no es, asegura que ni aún así podría amortizarse la deuda. Con la deuda, según Janli, lo mejor que se puede hacer es no pagarla, porque los balances bancarios son amplios y bien pueden soportar una mora que les evite problemas de imagen siempre embarazosos. Una refinanciación eterna, por decirlo en términos técnicos. Además, Cebrián continúa ganando tiempo con operaciones como las de Liberty, que reducen el papel de los propietarios mientras aumenta el de los gestores. O sea, el de Janli.

No se sabe quién va a ganar, pero lo que sí es seguro es que si no fuera el grupo mediático más poderoso de España ya estaría en concurso de acreedores y sus activos en venta.

Esta es la España que tenemos, y nadie parece dispuesto a modificar un rumbo tan pringoso.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com