Reunidos en Asamblea plenaria, los obispos españoles ha emitido un comunicado donde condenan la fecundación artificial, también conocida como Asistida o FIV. Conviene no confundir esta condena con la de la experimentación con embriones sobrantes producto, precisamente, de la FIV, que fuera asimismo condenada semanas atrás, con motivo del proyecto de ley de experimentación con embriones, que incluye la clonación.

Ahora, los obispos han decidido ir al inicio del proceso, a la propia FIV, generalizada en casi todos los centros hospitalarios españoles. La Iglesia recuerda que fabricar niños en un laboratorio atenta contra la identidad de la perronas, además de recordar que la FIV tiene dos efectos especialmente nocivos: los llamados abortos selectivos, cundo se consigue la fecundación de más de un óvulo y la crioconservación de los embriones sobrantes, de los que nadie quiere hacerse cargo con posterioridad o que son entregados a los centros de experimentación para que los utilicen como cobayas de laboratorio. El documento resulta perfectamente inteligible para cualquiera.