Aguirre financia el 60% de los abortos que se realizan en Madrid, Gallardón es el gran repartidor de PDD. La nota de los obispos madrileños ante las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo recuerda los cuatro principios no negociables de Benedicto XVI, tanto para electores como para elegidos: vida, familia, bien común y libertad de enseñanza. Añádanle un quinto: libertad religiosa.

Quedémonos sólo con el primero: el derecho a la vida. Los obispos recuerdan que no se puede proporcionar la muerte del inocente desde la concepción hasta la muerte natural. Sin embargo, Esperanza Aguirre, presidenta del PP, financia, según ella, el 30% de los abortos en clínicas privadas -a lo que no le obliga ley alguna- y según los propios abortistas, más del doble. Al final, matar a tu hijo te lo paga doña Esperanza, con dinero público, claro está, a razón de una media de 800 euros por aborto.

De Gallardón sabemos sus bodas gays y que se ha convertido en el gran repartidor de PDD, expresamente citada en la nota de los obispos como atentatoria contra la vida, es decir, abortiva.

Dicho esto: ¿puede un católico votar a Esperanza Aguirre y a Gallardón? En mi opinión, no. Tampoco al PSOE, ciertamente, pero ese es triste consuelo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com