La existencia de nudos y la necesidad de desatarlos, es la retórica de moda entre la izquierda abertzale. Los nudos que es necesario desatar, esos que nos impiden avanzar en el proceso de negociación son por supuesto la territorialidad y la autodeterminación. O sea, más claro : Navarra e independencia.

Es decir, los terroristas y su brazo político, Batasuna, no han renunciado ni un milímetro a sus objetivos políticos. El PSOE y el PSE pueden defender que ETA envía esos mensajes para consumo interno. Pero la realidad es que ETA-Batasuna no renuncia ni a sus objetivos ni al chantaje económico. El Círculo de Empresarios Vascos lo niega; la Guardia Civil lo confirma. Con este ambiente, no se entiende bien la huida hacia delante del presidente si no es por lo que explica el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz: ETA marca la agenda, Otegi advierte el sábado que el proceso se encuentra en una situación grave y Zapatero da un paso al frente el domingo.

Y no se entiende tampoco la lógica del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmando que el alto el fuego es real y pleno y que no hacen falta más informes de verificación. ¿Qué ha cambiado desde que se conociera el último informe de Interior hace más de una semana? ¿Por qué no se dijo esto mismo nada más conocerlo? ¿Ha habido más imputs desde entonces que no han sido transmitidos a la opinión pública? ¿Por qué eran necesarios tres informes y no dos ni cuatro? Demasiadas preguntas que desgraciadamente sólo responden con la tesis de Alcaraz: ETA marca la agenda del Ejecutivo.