Las cosas no pasan porque sí. La cristofobia rabiosa del grupo Mediapro-La Sexta, la blasfemia continuada del canal televisivo y de su diario Público exigen señalar con el dedo a los responsables, todos ellos pudorosamente ocultos tras el delicioso eufemismo de la obra colectiva.

Bueno, todos menos el pinchauvas que da la cara, el Gran Wyoming, al que lo único que le importa es seguir siendo lo que es: una vedette. El hombre no da para más y hay que disculparle.

Así que vamos con el recorrido: el primer cristófobo recalcitrante es José Miguel Contreras. No se engañen, mucho más que Jaume Roures, que tiene la sinceridad de definirse como comunista y anticlerical. Así da gusto. Contreras, por contra es un progresista, y ya sabemos lo que significa el progresismo: Abajo los curas y arriba las faldas. Pero el responsable de programación, es decir, de la obsesión anticlerical, es el insigne Antonio García Ferreras. El ex director de la cadena SER, rey del 11-M, siente una versión patológica contra el cristianismo. Florentino Pérez le hizo un hombre llevándoselo al Real Madrid y ahora, desde La Sexta, sigue controlando la emisora del Madrid. Sí, Florentino Pérez, ese chico al que le gusta salir en la revista Hola cuando se trata de blasonar en bodas religiosas.

Naturalmente, Ferreras forma parte, junto a Contreras y junto al otro Miguel, Barroso -esposo de la ministra más frívola de todo el Gabinete, la titular de Defensa, Carme Chacón, la de los honores militares al Santísimo- del equipo de asesores de íntimos de ZP. Procede de León y juega al baloncesto con el señor presidente, quizás para demostrar la independencia de los medios. Un verdadero poder fáctico al que el Gobierno remunera con información privilegiada, presiones a los bancos para que hagan la vista gorda con la deuda de Grupo y licencias a gogó (La Sexta fue la única nueva concesión analógica otorgada por un Gobierno antes del apagón digital, no se nos olvide).

En segunda línea de los comecuras de la casa figura un personaje imprescindible: Miguel Sánchez Romero, director de El Intermedio, probablemente el programa donde más se acentúa la campaña contra la religión católica. Hay que recordarle a la familia Aragón, muy católica ella, que este programa, El Intermedio, está producido por la propia Globomedia, es decir, por la sociedad que él controla directamente junto con José Miguel Contreras, Andrés Varela Entrecanales y Daniel Écija. Y además, Emilio Aragón es el presidente de La Sexta.

Oiga y sí, Andrés Varela Entrecanales es primo de José Manuel Entrecanales empresario favorito del Gobierno, al que ayer nos referíamos en Hispanidad, al que Gobierno rellenó los bolsillos con el pelotazo de Endesa (España perdió su primera eléctrica pero los Entrecanales se forraron violentamente. Y es que la lucha contra la caverna clerical debe ser recompensada en tiempo y forma, oiga usted.

Y luego quedan los accionistas, propiamente dichos, claro, o sea, los propietarios. Juan Abelló, que abandona la cacería a media mañana del domingo para cumplir el precepto dominical, Alicia Koplowitz, educada cristianamente y el precitado Emilio Aragón, o sea, Miliquito. Gente cuyos principios han quedado periclitados como el de la coherencia.

Está claro que las cosas no pasan porque sí.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com