A pesar de la campaña internacional emprendida por el Gobierno español para concienciar ante la opinión pública internacional sobre el problema terrorista, muchos medios siguen hablando de la banda "separatista" ETA. No es un problema de lingüística, sino de semántica. Separatista es quien aspira a disgregarse. Bajo esta definición, también ERC y EA son separatistas. Y, probablemente, también todos los firmantes del Pacto de Barcelona como CiU, PNV y BNGa.

 

Pero ETA no sólo quiere la separación, sino que aspira a imponerla mediante el terror. Asesina, extorsiona y siembra el pánico. Eso es terrorismo. Es tan sencillo como un episodio de Barrio Sésamo. Pero algunos medios insisten en calificarlos "separatistas", como si se tratase de un movimiento romántico de liberación frente a una supuesta subyugación españolista. Es el caso de CNN con quien Canal mantiene una estrecha vinculación estratégica. Y también el caso de la BBC, la televisión publica británica, un Estado de la Unión Europea, que participó en la decisión de ayer de considerar el 11-M como Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. Y no sólo eso, sino que España mantiene con Gran Bretaña serios vínculos, entre ellos la colaboración en la fatídica guerra de Iraq.

 

Pero la CNN y la BBC no son los únicos. También The New York Times (letters@nytimes.com), la agencia Associated Press (info@ap.org), Fox News (comments@foxnews.com), The Washington Post (webnews@washingtonpost.com), The Wall Street Journal (newseditors@wsj.com), la agencia Reuters (madrid.newsroom@reuters.com), el Nouvel Observateur, USA Today, The Guardian, The Independent, Herald Tribune, Libèration, y el Jerusalem Post, insisten en el mismo cómplice error. Sin embargo, no es obligatorio equivocarse. The Times, Corriere della Sera y La Repubblica llaman a los asesinos por su nombre: terroristas. No es tan difícil.