Imponen una fusión entre los dos grupos petroleros argentinos: Pan American Energy y Petersen, los Bulgheroni y los Eskenazi. De esta forma, pretenden crear una gran petrolera anglo-china-argentina, alrededor de YPF. La ventaja de los españoles es que los Eskenazi se niegan en redondo a ceder la gestión de YPF ni a contemplar cómo se diluye su actual participación del 15% y que no están claras ni las intenciones de BP ni la conformidad de los chinos

No se me pierdan. La petrolera argentina Pan American Energy, propiedad de la familia Bulgheroni (40%) y de la británica BP (60%) ha cambiado de accionariado. Carlos Bulgheroni ha vendido la mitad de su participación a los chinos de China Nacional Offshore Oil Corporation (CNOOP) pero no se conforma con ello. Ahora los Bulgheroni, que, hay que reconocerlo, siempre han mantenido cierta distancia respecto a la Casa Rosada, se han apuntado al nuevo proyecto de los Kirchner, un matrimonio muy singular al que siempre le ha costado distinguir entre el dinero público y el privado, si lo prefieren, entre el dinero propio y el dinero de los demás.

La Casa Rosada pretende una fusión entre el Grupo Peterson (familia Eskenazi), actual propietario del 15% de YPF (Repsol posee el 85% restante) y la Pan American Energy. En resumen, el Gobierno argentino ofrece a los Bulgheroni regresar al primer plano si utilizan los 3.000 millones de dólares obtenidos en la venta a CNOOP en la nueva empresa. Al final, se trata de crear una gran petrolera argentino-chino-británica, y expulsar a Repsol de Argentina.

La cosa se presenta a difícil, claro, porque Argentina ha heredado el cainismo español y los Eskenazi se han apresurado a advertir que jamás cederán la gestión de YPF, la que, a su vez, les cedió Repsol, socio mayoritario. Y el lunes por la mañana han vuelto a remachar la idea.

Sin embargo, a nadie se le escapa que el Gobierno argentino está muy experimentado en la extorsión a grupos privados y que, si quiere, puede ponérselo difícil a los Eskenazi. Al parecer, quiere.   

Antonio Brufau, presidente de Repsol, no tiene la menor intención de perder la mayoría de YPF, pero es cierto que sus socios, Sacyr y Caixa, le presionaron en su día para que vendiera. Además, el proyecto cuenta con más dificultades. BP nada dice, pero es la empresa mayoritaria, el gigante chino probablemente no se conforma con una mera participación financiera. En cualquier caso, los Kirchner quieren echar a Repsol de Argentina, tanto como, dicen las encuestas, los argentinos quieren echarles a ellos de la Casa Rosada.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com