Uno de los más selectos colectivos del país, los inspectores del Banco de España, irá a la huelga el lunes 30, convocados por el sindicato independiente AIECA (Asociación de Inspectores de Entidades de Crédito y Ahorro), minoritario entre los trabajadores de la entidad pero absolutamente mayoritario en el cuerpo responsable del  supervisión. Una huelga con el estilo propio de gente responsable: dos horas de brazos caídos.

Protestan por la degradación del servicio y acusan de esa degradación al gobernador del Banco de España, Jaime Caruana. Sostienen que Caruana ha abusado de los nombramientos de libre disposición en el cuerpo, sin necesidad de oposición, y también le acusan de que varios de los concursos-oposición por él convocados estaban preparados para fichar a personas señaladas de antemano. Los inspectores  consideran que el servicio de supervisión bancaria se está deteriorando por este tipo de prácticas. Por el momento sólo serán dos horas de huelga, pero amenazan con otros plantes más importantes.

Naturalmente, bancos y cajas animan a los inspectores a mantener un paro general e indefinido.