"Ya está bien de impuestos que no sabemos adónde van: ya es suficiente". Son palabras de una votante francesa a pie de urna. Es el mejor resumen de las elecciones municipales celebradas el domingo en La Galia. Abstención altísima, cansancio de la clase política tradicional y ascenso de la derecha pagana de Le Pen. Pero, sobre todo, los impuestos. Porque la política fiscal no es una cuestión económica: es una cuestión de libertades. A más impuestos, más poder para el Gobierno y menos para la sociedad.

Así de simple. Y recuerden, el Estado no es malo por ser público, sino por ser grande: los Estados son las multinacionales más grandes y que menos cuentas rinden a los propietarios de su dinero, es decir, a los ciudadanos.

Ahora bien, ese volver a la derecha, que impone menos gravámenes, tiene su aquel, porque en España no sirve. Resulta que aquí ha sido el Partido Popular, don Mariano Rajoy, quien ha disparado los impuestos. El mundo al revés.

Eulogio López

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