A 31 de enero, la rentabilidad anual de los planes individuales de pensión de los españoles era del 3,49%, poco más que la inflación y contando con que los últimos 12 meses constituyen el mejor ejercicio bursátil del lustro. Si ampliamos el lapso medido, nos encontramos con que los planes a dos años han obtenido una rentabilidad del 1,34%, mientras que durante el último lustro la rentabilidad media anual fue del 0,32%.

Con unos fondos volcados en la renta variable, de cariz claramente especulativo, fiar el futuro de las pensiones a los fondos privados resulta cuando menos temeraria.