Eduardo Punset es lo que se dice un intelectual moderno. Es decir, un tipo capaz de formular todo tipo de preguntas en el bien entendido de que no existen respuestas válidas, aunque la primera de ellas se espera a cada instante desde hace 40 siglos. Pero cumple su papel a las mil maravillas y buena prueba de ello es que RTVE le mantiene, con Aznar o con Zapatero , en el cargo de divulgador científico del Ente, más que nada porque a la hora en que se emite su programa, Redes, existe un escaso riesgo de que provoque una caída de la audiencia. Y esto es más importante de lo que pueda parecer: ya sé que nadie ve los programas culturales de La 2, pero señores, es fundamental saber que existen.

La cultura no sólo cumple su papel, sino que puede resultar altamente rentable. Miríadas de mecenas podridos de dinero gracias a la especulación financiera o sea, liberales- y de fundaciones procedentes del beneficio societario están deseosos de patrocinar todo tipo de eventos con tal de que tengan el apellido cultural, y a todo tipo de personajes, con tal de que puedan ser catalogados como intelectuales. Por ejemplos: están dispuestos a patrocinar El Cultural, suplemento del diario El Mundo que, en uno de sus últimos números no se les escapa una- han cedido sus páginas a don Eduardo Punset. Título de apertura: El creacionismo no puede explicar el origen del hombre. Contengan la respiración, ante un intelectual capaz de superar incluso la contradicción: el caos del progresismo. Ni por un momento se plantean que si es origen, es creación. Reparen, por el contrario, en el matiz punsetiano, que no puñetero : no habla de creación, sino de creacionismo. Ustedes me le añaden un ismo al concepto más respetable y acaba pareciendo una piltrafa intelectual inválida hasta para el consumo animal. Por ejemplo : si en lugar de la doctrina de Einstein habláramos de einstenismo, la primera evocación mental sería algún tipo de neurosis. Así que nada de creación: creacionismo.

Ahora bien, si el creacionismo no explica el origen del hombre: ¿Qué puñetas explica?

El entrevistador de Punset no queire quedarse atrás en esta orgía de modernidad, por lo que sus preguntas son lo que un ministro calificaría de capciosas. Ojo al dato : ¿Puede el llamado creacionismo explicar el origen del hombre más allá del mito?

Se han percatado, ¿no? Es algo así como decir: ¿Puede sacarse de la Biblia, inventora del creacionismo algo más que mito y embuste, o se trata de una simple colección de necedades?

Pero la respuesta de Punset llega mucho más lejos. Les va a sorprender, pero resulta que el precitado creacionismo no puede explicar el origen del hombre Ni más allá ni más acá.

La ciencia sí, claro, especialmente el programa televisivo Redes, razón por la cual, no me pregunten cómo el entrevistador saca a colación a Galileo, ya saben, el que murió en una hoguera donde pérfidos inquisidores ensotanados animaban el fuelle con muy mala idea.

Y Punset embiste:

- Esto sólo ocurría cuando se creía que las verdades eran eternas.

No se me pierdan. Acabamos de llegar a otro albergue de la brillantez. Antes era la creación que no explicaba lo creado y ahora nos encontramos con verdades que eran eternas pero han dejado de serlo. Extrañas verdades estas que lo eran en tiempos de Galileo pero han dejado de serlo hoy. ¡Pardiez, qué cambios tan profundos nos ha traído Zapatero! hasta las verdades dejan de ser verdades o dejan de ser eternas. Ahora lo que se lleva son las verdades transitorias, o quizás es que sólo las mentiras tienen carácter de eternidad. El planteamiento de Punset tiene su utilidad: si lo que es verdad hoy, mañana deja de serlo, no existe patrón objetivo según el cual medir los méritos de cada cual, algo muy útil para todos los mediocres.

Que conste que, en el fondo, estoy con Punset. La información, la cultura, la reflexión, ¿sirven para ser feliz? Porque de suyo, pensar resulta cansino y la información, un pestiño. Lo que quiero decir es que Punset no ofrece ninguna repuesta, aunque el éxito se espera a cada instante, pero lo que importa al hombre -por encima de las preguntas esenciales, y un pelín pedantes, del tipo ¿por qué existe algo? ¿De dónde venimos? ¿Qué pasa cuando nos morimos?, etc.- es alcanzar la felicidad. A estas alturas ya sabemos que Dios no tiene anda que ver con la felicidad, porque como las verdades no son eternas, el Dios del siglo XXI puede no tener mucho que ver con el de hace un par de generaciones. Preguntemos, por tanto, al maestro dónde se esconde la felicidad:

-Uno se siente cómodo cuando se siente feliz y nos sentimos felices cuando te invade lo que un psicólogo americano (por esta vez el psicólogo no era argentino) llama el flow.

¡Acabáramos! El secreto no está en el creacionismo ni en las verdades que han dejado de ser eternas, sino en los fluidos, que no son eternos, pero sí muy persistentes. No sabemos quiénes somos ni a dónde vamos, pero fluimos, muchachos, cómo fluimos. Y, como dicen las señoras de la calle Serrano : mientras te sientas cómoda.

Les facilito la entrevista completa no tiene desperdicio- para que puedan apreciar la rica gama de matices y fluidos de d. Eduardo Punset, un intelectual como la copa de un pino. A este chico me lo tienen que esponsorizar con más largueza y patrocinar con más generosidad. No es que lo que diga sirve para mucho, pero es importante saber que existen.

Y por encima de todo, no olviden que el secreto está en el flujo del eterno retorno, o sea, en los fluidos del Punset.

Eulogio López