• El punto de intersección entre precios y recuperación atrajo primero a los fondos de inversión y va llegando ya a los particulares.
  • La mayoría compra segunda residencia en una zona turística, aunque también aumentan las ventas por motivos laborales.
  • Los que más están comprando son los británicos, los franceses, los rusos y los alemanes.

La compraventa de inmuebles, con la resaca de precios que se arrastra desde el pinchazo de la burbuja del ladrillo, se ha convertido ya en una oportunidad de negocio para el inversor extranjero. La explicación está en una sencilla combinación de factores: algunos buenos datos macro (exportaciones, turismo, inflación, prima de riesgo, freno a la destrucción de empleo) y la recomendación de los analistas, desde finales del verano, a invertir en España.

Actualmente, en el 25% de las ventas de inmuebles, el comprador es extranjero, según Eduardo Molet, consultor inmobiliario de entidades financieras españolas y extranjeras y fundador de Red Expertos Inmobiliarios. A su juicio, los precios han tocado fondo y están a punto de empezar a subir. "Estamos ante el inicio de la recuperación".

La mayoría de extranjeros compra segunda residencia en una zona turística, aunque también aumentan las ventas entre los que compran vivienda por motivos laborales. "Hace un año, las ofertas de los fondos por las viviendas eran temerarias, pero actualmente han aumentado considerablemente y ya se ajustan al precio de mercado", sostiene Molet.

El punto de intersección entre los precios más bajos de los inmuebles y los de la recuperación económica atrajo primero a los fondos de inversión (especialmente británicos y americanos), que fueron la punta, según Molet, de la lanza en el segundo semestre del año pasado y que ha arrastrado a todo tipo de inversores extranjeros, llegando ya a los particulares.

Por nacionalidades, los que más están comprando son británicos (17%), franceses (10%), rusos (9%) y alemanes (8%). "También están aumentando las ventas entre los chinos, ya que así obtienen el permiso de residencia y se pueden desplazar libremente por Europa para hacer negocios", explica Molet.

El consultor inmobiliario propone dos vías para atraer a los extranjeros: hacer más fácil el camino a la compra, aumentando la seguridad jurídica en sus inversiones inmobiliarias, y organizar más salones inmobiliarios  en el extranjero, con la participación  activa de las embajadas. "Nos tenemos que convertir en un país exportador, vendiendo en el extranjero la vivienda de segunda residencia de las costas y las islas españolas".

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com