Sr. Director:

¡La justicia hace justicia! La Fiscalía pide que se embarguen cuentas y propiedades de Cándido Azpiazu, el asesino de Baglietto. Cándido Azpiazu fue condenado en 1981 a 49 años de cárcel y a pagar una indemnización por el asesinato de Ramón Baglietto, un empresario que 18 años antes le salvó la vida. Sólo cumplió 10 años de prisión y no pagó los 12,6 millones que le imponía la condena porque se declaró insolvente.

Me solidarizo con las víctimas de ETA, con los miles de empresarios extorsionados. Me parece una vergüenza que nuestro Parlamento hace un año votara la negociación-rendición con ETA. Es vergonzoso que los familiares de los presos etarras reciban miles de euros en subvenciones de Ibarretxe, con apoyo de los socialistas de Zapatero, para visitar a los etarras, mientras se les niegan a las víctimas en el ministerio de Trabajo del presidente Rodríguez Zapatero y su ministro Caldera.

Estoy con la Asociación de Víctimas del Terrorismo, con socialistas como Gotzone Mora y Redondo Terreros y con todas las víctimas del terrorismo. Pero no con socialistas como el vasco López o el presidente Rodríguez o Peces Barba, antiguo abogado de etarras.

Mire usted, la justicia debe ser igual para todos. No obstante, ¿acaso determinados delincuentes no tratan de beneficiarse al máximo de las leyes exigiendo sus derechos, pero sin cumplir con sus obligaciones con las víctimas y con la sociedad?

No obstante, a veces a los que han delinquido se les puede obligar a que indemnicen a sus víctimas o familiares de las mismas. Los rumores que corren es que a los condenados por delitos de terrorismo de ETA se les da un trato en la cárcel más bien de un hotel de cinco estrellas, también debido a las pagas que les hacen desde fuera elementos también fácilmente reconocibles.

Pues pienso que a estos delincuentes se les debe aplicar las leyes del Estado de Derecho como a cualquier hijo de vecino. Fíjense en aquel señor, que por coger manzanilla, como ha hecho toda su vida, hasta lo condenan y encarcelan, mientras a los condenados por delitos de terrorismo, con asesinatos, torturas o daños a las propiedades, hasta se van de rositas de la cárcel, además sin cumplir las penas íntegras. ¡Esto debe acabar! Por ejemplo, supongo que para sus gastos corrientes los etarras recibirán ingresos. Pues parte de los mismos deben ir a las víctimas. 

María A. López Pérez

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