Los políticos, aterrados ante la posible caída de España

 

No hay dinero en el fondo de rescate para salvar al bono español. Y encima comienzan los rumores sobre Italia.

Se han pillado los dedos y ahora no hay forma de frenar esta bola de nieve. El miedo al contagio existe, sobre todo por el miedo, más que por el contagio. Como en un aviso de bomba en medio de una multitud, a veces es más peligrosa la estampida que los posibles efectos de la bomba.

El fondo de rescate de la Unión Europea tiene un límite: 750.000 millones de euros. Mientras nadie lo necesita, no hay problema. Simplemente está ahí. Pero llegó Grecia y en vez de dejar que quebrara, se le rescató. Luego llegó el turno de Irlanda, y lo mismo. Ahora se repite la historia con Portugal, que dice que no la tienen que rescatar, pero lo mismo dijo Irlanda hace una semana. El problema es si luego llega España. Pero luego puede ser Italia y por qué no, Bélgica. El problema es que no hay dinero para todos. Pero mientras tanto, los especuladores, a lo suyo.

Y ahora la canciller alemana proclama a voz en grito que confía en la economía española y que la situación es mejor ahora que en primavera. Lo que sucede es que se ha pillado los dedos. Mientras la criatura era pequeña, todavía se podía parar, pero ahora que sigue creciendo, se les va de las manos. Hasta ahora, han confiado en el fondo de rescate radicado en Luxemburgo y que dirige un alemán y mientras con una mano daban palmadas en la espalda de Irlanda, con la otra compraban la deuda de Grecia e Irlanda, por lo que los especuladores alemanes se han forrado, porque saben que, al final, llegará el rescate y ellos obtendrán su tajada.

Pero ahora se dan cuenta de que no hay café para todos y ya se escuchan las primeras voces de que no habrá más rescates. Y es que como decía Keynes: si los inversores creyeran que cuando vienen las golondrinas la bolsa sube, cuando vinieran las golondrinas la bolsa subiría.

La situación de España, es mala, es verdad; pero no tan mala, también es cierto. La deuda sobre el PIB, como dice Zapatero, no es para asustar, y es verdad. La de Italia, por ejemplo es del 120% y sin embargo, no se ha oído hablar de rescate a Italia. ¿Cuál es el mecanismo por el cuál se escoge a España como víctima en lugar de Italia o Bélgica? No hay mecanismo. Simplemente los especuladores juegan con  el diferencial con el bono alemán, que alcanzó este viernes los 260 puntos y la bolsa cae a media sesión un 2,56%. Simplemente no hay confianza. Y esa confianza no se mejora gritando día sí, día también que la imagen de España es mala (aunque sea así).

Mientras tanto, el presidente del Gobierno sigue insistiendo en que España no va a necesitar un plan de rescate. Por desgracia, eso parece que se les ha ido de las manos a los políticos, y que está en las de los mercados, y mientras no se les ponga freno con la especulación, puede ser que España tenga que ser rescatada, cuando no sea necesario. Y es más, que cuando vaya a ser rescatada no haya salvavidas al que agarrarse.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com