Sin duda, la mejor medida del Gobierno Zapatero consistió en subir el salario mínimo a mayor ritmo que lo hácia Aznar, y cumplirá su promesa de cerrar la legislatura con 660 euros brutos al mes (ahora está en los 541). De esa forma, se va cerrando la brecha la mayor de Europa. Entre salario mínimo y salario medio. Ahora bien, es este último, el salario medio, muy inferior a la media de los 15, aunque superior a la media de los 25 miembros de la Unión Europea, quien flaquea. El salario medio español, descontada la inflación se quedó en los 1.541 euros, es decir, lo mismo que en 1997, según el último informe del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) patrocinado por la empresa de trabajo temporal ADECCO (no está mal que una ETT, sector que es el primer culpable de la temporalidad y las bajas retribuciones, patrocine un estudio sobre salarios). Por si fuera poco, las previsiones son que los salarios medios en términos reales continúen al alza.

La inflación es la culpable de ello, pero también el hecho de que la base de cálculo parte del abismo del diferencial ente España y la Europa de los 15.

No sólo eso, sino que la temporalidad no deja de crecer. Según el informe, el 64% de los contratos de 2005 fueron temporales, y no olvidemos que la temporalidad supone más de un tercio de todo el sector laboral español.

En definitiva, los bajos salarios y la vivienda cara continúan siendo las características claves del modelo económico español, por ahora, eso sí, ese modelo sigue creciendo y creando empleo, aproximándose el paro al vigente en los países de nuestro entorno. Lo que no está claro es a qué precio. Es decir, que España ha dejado de ser el país del paro ahora es el país de los salarios bajos.