El porque yo lo mando es preocupante porque no existen argumentos

 

Los controladores aéreos han tenido que tragar el decretazo del Gobierno. Por supuesto, llevarán el decreto a los tribunales porque entienden que se está vulnerando el Estatuto de los Trabajadores. Incluso, en opinión del presidente del Sindicato de Controladores, Rafael López, el preámbulo justifica vulnerar el Estatuto de los Trabajadores. ¿Algún contacto con los grupos parlamentarios que lo deberán convalidar? Nosotros somos profesionales, no políticos; ellos sabrán si quieren ser copartícipes de una vulneración de derechos.

Pero el discurso de López se centra en la seguridad, no en las cuestiones socio-laborales. Asegura que la profesionalidad de los controladores ha sido siempre la misma: cuando eran funcionarios y cobraban poco o ahora que son personal público y cobran más. No me parece razonable manifestar la confianza en nuestra profesionalidad y después dudar de ella, señala.

 

Pero el grueso de sus críticas se centra sobre la seguridad. No dice que el hecho de que el mando lo asuma AENA genere problemas de seguridad, pero sí que se siente más seguro si el mando está controlado por los profesionales. Y eso no es la organización del trabajo, que nunca se ha discutido. Es más, no se pretende recuperar unas competencias porque nunca se han tenido.

En opinión de López, AENA pretende tomar decisiones por criterios económicos. Y estos no deben ser prioritarios. La prioridad es la seguridad. No somos fórmula 1 que nos ponen a 19.000 vueltas el 100% del tiempo; ¿y si se rompe el motor, ¿qué? Es probable que al final se nos desborde el vaso. Insiste en que no hay problemas de seguridad, pero es incrementar el riesgo innecesariamente. Y pone varios ejemplos: es mejor operar con sol que con lluvia, aunque en ambos casos sea perfectamente seguro; es mejor tener 8 airbags que sólo 2, aunque en ambos casos se cumplan con los mínimos exigidos.

Todo su discurso se centró en los problemas generados el pasado domingo por los ejercicios de calibración. Una especie de prueba de estrés. Al parecer estaba prevista para el sábado, se atrasó al domingo con más vuelos y no se atrasó al lunes para evitar mayores costes, según los controladores. Para evitar demoras, los vuelos estaban en el aire evitando retrasos, pero sometiendo a los controladores a un estrés innecesario, según López. No pasaba nada porque hubiera demoras; las demoras son una muestra de un funcionamiento normal, más vale un pasajero en tierra que un pasajero enterrado.

¿Quién tomó esa decisión? López no es capaz de responder aunque sí que señala que la decisión se tomó por la mañana cuando normalmente se suele preveer con unos cuantos días.

Más: negociación. En la tarde de este martes vuelven a la mesa de negociación. López ya advierte que no se van a prestar de coartada al decretazo del viernes. Diálogo sí, imposición no. ¿O es que van a negociar con la amenaza de que van a venir a imponer un nuevo decreto? Hablar si, pero ¿de qué?. Eso sí, advierte de la sorpresa de que se haya llamado a la mesa a los sindicatos en lugar de al comité de negociación. En todo caso, aunque señala tener voluntad de negociación, el ánimo no es el mejor. No sólo han llevado el decreto a los tribunales sino que recuerda que el presidente de AENA le dijo que los AFIs nunca entrarían en AENA. Me lo dijo en su despacho; ahora ¿qué credibilidad tiene su palabra?, se pregunta.

No sólo eso, sino que apunta a título de rumor que AENA pretende llevar rehenes a las negociaciones. Es decir, expedientes sancionadores. Y es que el decretazo del viernes establece la suspensión de empleo y sueldo mientras se está tramitando el expediente.