Esta misma asociación pidió en 2003 que los alumnos se salieran de clase de la asignatura no confesional Sociedad, Cultura y Religión

La Confederación Española de Padres de Alumnos (CEAPA), organización de padres de la escuela pública, se ha convertido en el chivato de la clase. CEAPA promueve ahora la cultura de la delación, herramienta habitual del Gobierno Zapatero, pidiendo que los centros escolares informen a la Fiscalía de Menores de los casos de objeción de conciencia a Educación para la Ciudadanía (EpC) con el fin de que los alumnos objetores sean declarados absentistas.

CEAPA no se conforma con tener una asignatura a su imagen y semejanza, sino que está poniendo todo su empeño para que todos pasen por el aro. Pretenden que la Fiscalía de Menores intervenga para acusar a los padres objetores a Educación para la Ciudadanía de no escolarizar a sus hijos. De nada han servido, al parecer, las sentencias de los tribunales amparando el derecho a la objeción de conciencia.

En cambio, CEAPA defendió el boicot a la asignatura Sociedad, Cultura y Religión, una alternativa no confesional para los alumnos que no quisieran cursar formación religiosa. La materia no era lo suficientemente laicista, por lo que en abril de 2003, CEAPA informó en una nota de que presentaría recurso de amparo y de ilegalidad. "Mientras se consigue la legalidad jurídica y constitucional", recomendaba CEAPA, "recomendamos a las familias que no acepten esta alternativa y que sus hijos NO entren a clase de Sociedad, Cultura y Religión". También añadía el comunicado que "tienen toda la legitimidad y el derecho constitucional de su lado, pues no ha de repercutir en las evaluaciones ni en la marcha general del r esto de áreas".

Ahora, con la elección el pasado fin de semana de Pedro Rascón como presidente, CEAPA da un paso más y pretende subirse a la ley para pasar por encima de las conciencias… y de paso hacerle un favor al Gobierno. De hecho, la propia ministra de Educación, Mercedes Cabrera, presidió la apertura de la asamblea.