Pekín ya ha puesto un parche: permitir uniones entre hombres

Es lógico: cuando el gobierno se pone a regular la intimidad de las familias, como ocurre en China con la política de un solo hijo, el resultado es esperpéntico. Ya que sólo se podía tener un hijo, los chinos optaron por que fuera varón, principalmente para que ayudara en las tareas del campo. Se extendió el aborto selectivo y las niñas fueron (antes de nacer) las primeras paganas de la intromisión estatal.

Pero, al final, el control de la natalidad perjudica a todos y, como cuenta Zenit, en 2005 nacían 119 varones por cada 100 mujeres, mientras que para el año 2020, más de 24 millones de hombres chinos en edad de contraer matrimonio no podrán formar una familia dada la ausencia de mujeres. De momento el Gobierno chino, quizás el mismo genio que diseñó la política de un solo hijo, ya ha puesto un parche al asunto: permitir uniones gays. El resultado, dentro de unos pocos años más.