El Gobierno confía en que acaben cediendo

El discurso oficial es que las entidades financieras participarán con 10.000 millones al fondo de economía sostenible. Van a participar porque es muy bueno para ellas, señalan desde el Gobierno. La realidad es que no es tan bueno y que muchas se resisten a entrar en el juego. No porque tengan animadversión al gobierno, sino porque no les salen las cuentas. Y porque además, en algunos casos será exclusivamente el nuevo ICO quien decida si invertir o no. Sin tener la sartén por el mango, sin pasar por sus filtros de riesgo, los bancos no están dispuestos a participar. Así de sencillo.

Así que podríamos encontrarnos con que el Fondo de Economía Sostenible se convierte en un fondo de 10.000 millones de euros de dinero público gestionado a través de las entidades que actuarían de meras entidades de gestión, gestorías por las que cobrarían una pasta. Súmenle el dinero que de momento están ganando los bancos con la compra de deuda pública. De momento porque si las agencias rebajan la calificación del Reino de España, los bancos comprados hasta las orejas- van a volver a sufrir una nueva burbuja