No ha sido el lobby de las renovables el que ha logrado torcer el brazo a Zapatero en relación a las famosas primas. Hablamos de 6.200 millones de euros en el 2009, y de 7.000 para el 2010, el coste de la congelación del sueldo de los funcionarios. Insostenible.
El problema es que los bancos están archicomprometidos con esos proyectos. Las inversiones se realizaron sobre la base de un compromiso de subvenciones. La liquidez la proporcionó el sistema financiero. Si esas primas desaparecen, el principal perjudicado no es el inversor, sino el prestamista. Y como ocurre que los bancos están sobrecomprados además de ladrillo y deuda, podría ser la puntilla. Así que finalmente el Gobierno ha cedido a la presión. Al fin y al cabo, el Gobierno ha sobrevivido gracias a la liquidez otorgada por los bancos. Y el PSOE gracias a las condonaciones.
Por cierto que en las pruebas de esfuerzo a las que se va a someter el sistema financiero, debería de considerarse el escenario de precio de suelo cero (40.000 millones de provisión), descuentos inmobiliarios del 30% y ajuste del 90% en las primas a las renovables. ¿Aguantaría nuestro sistema? Según los stress test del FMI, sí. ¿Con qué escenarios se realizó el análisis?
Andrés Velázquez
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