Sr. Director:

El debate social pretendido por el Gobierno acerca del tema de la eutanasia parece que está dando sus frutos.

El otro día en un transporte público pude escuchar una conversación entre dos personas mayores, de las llamadas de la "tercera edad". Hablaban del miedo que les producía una ley de este tipo, y de la pérdida de confianza que ésta causaba en sus familiares más allegados.

¿Y si un día resulto una carga para mis familiares?, decía uno de ellos. ¿Cómo sabré que, si me llevan al hospital, no es para quitarse un problema de encima en lugar de para curarme? La conversación siguió en parecidos términos durante todo el trayecto.

Y ahora me formulo las siguientes preguntas: ¿No merecen nuestros mayores todo nuestro calor y cariño? ¿Por qué crearles esta desazón a personas que lo han dado todo por nosotros? Sinceramente, creo que no se lo merecen, creo que no nos lo merecemos.

Ignacio G. Juliá

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