Poco a poco, para no ocasionar conflictos políticos, pero lo cierto es que Volkswagen está dejado morir a la SEAT, que todavía cuenta con 14.000 trabajadores. No importa que la compañía haya vuelto a los números negros en 2004, ni que el pasado ejercicio haya batido marcas de venta de automóviles en España.
 
Los alemanes, con su representante, Andreas Schleef, a la cabeza, sostienen que hay que hacer menos coches con más margen, mientras los sindicatos anhelan lo contrario: más ventas, más publicidad y a menor precio. Y es que con su esquema, aplaudido en muchas escuelas de negocios, SEAT sigue perdiendo empleo (500 en el último año). Pérdidas paulatinas, dado que todavía cuenta con una plantilla por encima de los 14.000 trabajadores, pero llamados a disminuir y con el objetivo final de convertir a SEAT en una filial del diseño (que podría funcionar con unos cuantos centenares). Poquito a poco...