El director de la Fundación Vida, Manuel Cruz, ha lamentado hoy que en España los abortos se hayan incrementado en un 3,2 por ciento en 2008, hasta superar los 115.000.

Según ha señalado, la sociedad española no puede acostumbrarse a que el número de abortos aumente año tras año, como si fuese algo inevitable.

Cruz ha pedido una profunda reflexión sobre qué es lo que está pasando y ha insistido en la importancia de la labor que llevan a cabo asociaciones de defensa de la vida como Fundación Vida. Los abortos en 2008 equivalen a la población de la provincia de Guadalajara, ha señalado.

El trabajo de Fundación Vida evitó en 2008 un total de 361 abortos, de un total de casi 700 mujeres que pretendían abortar, ha recordado Cruz, que ha señalado que leyes como la nueva sobre el aborto que ahora se discute olvidan la situación en la que se encuentran muchas mujeres. El aborto es un drama, y con la ayuda y asistencia adecuadas muchas mujeres continuarían con su embarazo y se sentirían felices con su hijo.

Respecto a que el aumento de abortos en 2008 ha sido inferior al que se experimentó tanto en 2007 como en años anteriores, el director de Fundación Vida ha pedido no felicitarse. Cruz ha recordado que ha disminuido en 2008 el número de inmigrantes que han entrado en España y que la inmigración supone el 60 por ciento del total de abortos. Son muchas las mujeres que terminan con su embarazo. El único éxito real sería que no hubiera abortos, ha dicho. Cruz ha recordado que más de un 2 por ciento de todas las mujeres residentes en España entre los 20 y los 24 años de edad abortó en 2008 (21,05 por mil), mientras que la cifra fue de algo más del 1 por ciento (10,91 por mil) entre las menores de edad.

¿No se puede ayudar a cada una de las madres? ¿Por qué presumimos de que queremos combatir el hambre y la pobreza? Todas las vidas valen lo mismo y tiene que haber la misma sensibilidad. Tanto el hambre como un embarazo inesperado son situaciones de pobreza, y los ricos deben ayudar a los pobres, en lugar de cobrarles por matar al que tiene que nacer, ha indicado Manuel Cruz.

Fundación Vida