Quien fuera la mano derecha de Florentino, Pedro José López Jiménez, parece desinflarse. No termina de ver claro el proyecto sin Fenosa y mucho menos la estrategia de acoso a Iberdrola. Florentino parece dispuesto a tirar la toalla en su intento de hacerse con el control de la eléctrica vasca. Ahora ya sólo aspira a sentar un consejero que le permita consolidar las cuentas y embellecer el balance.
Pero López Jiménez sigue insistiendo en el asalto de la compañía eléctrica. Y por supuesto en que él sea el presidente. Al fin y al cabo, ya ha sido presidente de Endesa y de Fenosa. Sólo le queda Iberdrola para añadir a su tarjetero. Pero los socios de Florentino no están por la labor. No ven claro el asalto a Iberdrola y menos que sea López Jiménez quien asuma la presidencia.
Regresemos a los actos. El pasado 17 de agosto, López Jiménez vendió 10.000 acciones de ACS a 36,46 euros, obteniendo una liquidez de 36.460 euros. Quizás se trataba de calderilla para mejor pasar el verano. Quizás. En todo caso, López Jiménez sigue ostentando la propiedad de 2.000.000 de acciones de ACS, con un valor de mercado de 74 millones de euros. No está mal. Pero se ha perdido el rally de los últimos días
Lo curioso es que la operación se realiza a través de una operación más bien compleja. Veamos: López Jiménez controla Fidalser, SL que es socio único de Flagoser SL, que a su vez es socio único de Fapin Mobi SL que controla la sociedad Lynk Capital de la que López Jiménez ostenta el control. ¿Qué por qué tanto viaje mercantil? Pregúntele a su asesor fiscal.
