El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) acaba de dictaminar que la OPA de Gas Natural sobre Endesa atenta contra la libre competencia. Han votado a favor los consejeros nombrados por el partido Popular, y en contra los nombrados por el PSOE, incluido su director, pero eso es pura casualidad.

Dos semanas atrás, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) votó lo contrario : a favor de la oferta de GN y en contra de la opción de la opada Endesa. Y tras arrinconar y modificar el informe de los técnicos, votaron a favor la presidenta del organismo, altos cargos socialistas y los vocales nombrados por el PSOE y por sus aliados, como ERC. En contra, los nombrados por el PP. Pura casualidad.

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, ex alto cargo socialista, trató de que Endesa se atara de manos para defenderse, lo que le valió la regañina de los jueces. Queda la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) para que todos los organismos reguladores de sectores y mercados, exhiban sus vergüenzas.

Todos sabemos que todo nombrado guarda cierta gratitud hacia quien le nombró, pero se supone que estos organismo tienen una normativa que garantiza su independencia, por ejemplo, que tras su paso por estas bien remuneradas comisiones no volverán a la política durante un tiempo y no ficharán por empresas a las que han enjuiciado.

En otras palabras, la OPA de GN ha servido para echar por tierra el escaso crédito con el que contaban los reguladores. La presunción de ecuanimidad ha quedado destrozado : PSOE y PP lo han conseguido.

En cualquier caso, hay que hablar de la sentencia del TDC, filtrada a los medios por el Partido Popular a última hora de la tarde del lunes. No es un informe como no lo es el de la CNE- vinculante. Al final, nada importa sino lo que diga el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, que es quien decide. Pero eso no es lo importante. Lo importante es que el TDC, al revés que la CNE, afirma que si Gas Natural absorbe a Endesa sufrirá la competencia. La verdad es que en un país donde los precios de la energía siguen marcados por ley, hablar de libre competencia es un poco de chiste, pero esa no es la cuestión. Lo decisivo es que hay cuestiones más importantes que la libre competencia en España, Lo más importante, si de Energía hablamos, es asegurar el suministro en el sector más importante de todos. ¿La OPA de Gas Natural refuerza el suministro energético a los hogares y las empresas españolas o lo debilita? El energético es uno de los pocos sectores en los que procede disponer de grandes compañías capaces de afrontar las grandes inversiones que necesita el sector. Dicho de otra forma, en principio, la OPA de GN sobre Endesa, debe ser apoyada. La razón es muy simple: la resultante será una empresa más grande, con más capacidad inversora y de suministro. Buena prueba de ello es que si la OPA fracasa, compañías públicas como la francesa EDF, o las italianas ENI y ENEL, o la misma alemana EON que de privada tiene lo justito- se lanzarán como lobos contra Endesa. Y me es igual que el Gobierno Zapatero desee una eléctrica catalana y otra vasca para contentar a sus socios nacionalistas. Las opas no son buenas o malas porque las apoye o rechace el Gobierno Zapatero. Además, una eléctrica catalana y otra vasca no dejan de ser dos compañías españolas, que producirá energía en España y por la cuenta que nos trae, mejor que produzcan energía nuclear, porque dependemos de ella y dependeremos durante mucho tiempo.

Porque lo que importa no es la competencia interna, sino la externa.

Ya está bien de que del guerracivilismo español se aproveche el foráneo para colonizarnos.

Por tanto, un sí a la OPA. El no viene de otro lado. Si de lo que se trata es de disponer de compañías energéticas españolas de primer nivel, es evidente que hay que modificar la OPA de Gas natural. No porque la sede esté en Barcelona, sino porque es una OPA rácana, que no hará más grande a GN y Endesa, sino a Iberdrola, a quien pretende trasferirle la tercera parte de los activos de Endesa. Si se mantiene esta cláusula de la que sí deberían preocuparse los reguladores, en lugar de dedicarse a contentar a sus mentores políticos- no habrá empresas españolas más potentes, sino un reparto de lo que hay entre Gas Natural e Iberdrola a costa de Endesa.

Y por otra parte, claro, el precio de la OPA, que es irrisorio. Si Gas Natural quiere Endesa, que la compre, al 100 por 100, sin vender activos y con dinero.

Si a los políticos, sean socialistas o populares, les preocupa el suministro energético español, éstas deberían ser sus preocupaciones.

Eulogio López