Sr. Director:
El conflicto mediático provocado por el tema de preservativo el fin de semana (20-21 de noviembre) ha ocultado la bellísima homilía del Papa, con motivo del Consistorio Ordinario Público en el que ha creado 24 nuevos cardenales.

 

Desgraciadamente ha pasado desapercibida. En dicha homilía, Benedicto XVI ha recordado con claridad que todo ministerio eclesial es siempre una respuesta a la llamada de Dios y nunca fruto de un proyecto propio. En la Iglesia ninguno es dueño, todos hemos sido llamados y alcanzados por la gracia divina. Esa es precisamente nuestra seguridad, en el sentido de que sólo volviendo a escuchar la palabra de Dios, sólo retornando a la vocación originaria, es posible entender la propia presencia y misión como auténticos discípulos.

El criterio de la grandeza, a los ojos de Dios, no es el dominio sino el servicio. Este es un mensaje que vale para la Iglesia entera y que encuentra todo su sentido aplicado, de manera cualificada, a quienes tienen la tarea de guiar al Pueblo de Dios. No es la lógica del dominio, del poder según los criterios humanos, sino la lógica de arrodillarse para lavar los pies, del servicio, la lógica, en definitiva, de la Cruz, que es la base de todo ejercicio de autoridad.

Enric Barrull Casals