Terremoto en el progresismo mediático español: Jaume Roures reta a Polanco. Mediapro se hace con los derechos de retransmisión del Real Zaragoza, con la operación inmobiliaria de La Romareda al fondo. Inquietud en el Gobierno por el enfrentamiento entre La Sexta y La Cuatro, entre el PSC y el PSOE. En España todo gira alrededor de la TV y el fútbol.

En España todo pasa por la tele y el fútbol o, para ser exactos, por el fútbol televisado y más en concreto por los derechos de retransmisión del fútbol. Sobre el Mundial Alemania 2006 se está construyendo un nuevo canal de televisión, La Sexta, propiedad de Mediapro y de Globomedia, con gran enfado de Jesús Polanco y Janli Cebrián. En el universo mediático próximo al PSOE hasta ahora sólo había un rey indiscutible, Jesús Polanco, por eso se decía siempre que no es que PRISA fuera socialista sino que el PSOE era prisista.Pero los tiempos cambian y la ambición de Zapatero aumenta. A Polanco le ha salido un competidor llamado Jaume Roures, el hombre de Mediapro, la productora catalana que junto a Globomedia y los mexicanos de Televisa han lanzado La Sexta.

Por cierto, que en esta pugna, que vamos a personalizar entre Roures y Polanco, por los derechos de fútbol y por la preeminencia televisiva se refleja a la perfección otra batalla paralela entre el periodismo mesetario y el nuevo progresismo catalán o, si lo prefieren en términos políticos, entre el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y el PSC (Partit dels Socialistes de Catalunya).

Vamos con los datos. La llegada a la dirección de El País de Javier Moreno ha servido para ocultar un cambio que no obedece a los deseos del nuevo director sino a las presiones del presidente de ACS y ex presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Hablamos de Santiago Segurola, redactor jefe de deportes de El País, que ha sido condenado a la sección de Cultura. Segurola era uno de esos extraños periodistas deportivos (la verdad que no tan extraños) con una pluma estupenda y que llegaba mucho más allá que el mero cronista dominical. Pero Segurola es también el hombre que saca de quicio a Florentino Pérez por la crítica a su gestión al frente del Real Madrid. Criticas en ningún caso insultantes.
 
¿Cómo es posible que el todopoderoso Polanco haya cedido a las presiones de Pérez? ¿De cuándo aquí un empresario cesa a un redactor jefe de El País? Si fuera al revés pase pero esto resulta inconcebible. La razón es muy sencilla: todo el imperio de Polanco, tanto en televisión en abierto como de pago, sigue pendiente de los redichos derechos de retransmisión de los partidos de fútbol y en El País están convencidos de que, gane quién gane a la presidencia del Real Madrid, Florentino estará detrás. La mayoría de los derechos de retransmisión vencen en 2008 y se están negociando en estos momentos. Se pagan cifras astronómicas por negocios que directamente no pueden amortizar la inversión, pero que representan la punta de lanza de la batalla mediática. Por decirlo de otro modo, entramos en una nueva época de la información y la política en España. Antes sólo había un periódico de izquierdas, El País, frente a unos diarios de derechas (ABC, El Mundo, La Razón) perpetuamente enfrentados, y lo mismo podía decirse de la radio. Por el contrario en la izquierda, El País y la SER controlaban el espacio sin competidor alguno. Repárese en que las dificultades del diario de Polanco para controlar el mercado catalán siempre han topado con la importancia en Cataluña de otro diario progre: El Periódico del grupo Zeta. En resumen, en la izquierda informativa empieza a ver competencia, especialmente en la televisión. Roures, antaño monaguillo de Polanco, quiere tener reino propio y Zapatero lo contempla con gusto. El campo de batalla es la televisión y los derechos de retransmisión del fútbol. Y que quede claro, si La Sexta y La Cuatro no han planteado batalla abierta sobre los derechos de retransmisión del Mundial sólo ha sido porque así lo prometieron tanto a La Moncloa como a los vendedores de esos derechos, Telefónica, aunque Alemania 2006 todavía no ha terminado.

Pero el Mundial es flor de un día, un acontecimiento importantísimo pero pasajero. En términos económicos es mucho más importante lo que se juega con los derechos de retransmisión de la Liga Española, que se firman con los clubes y para varios años, ese el fútbol de todos los domingos, banderín de enganche de la audiencia. Y entonces surge el caso de El Zaragoza. No es el principal club de España pero sí la victoria de Roures sobre Polanco. El todopoderoso de Prisa-Sogecable se ve superado en la oferta por el incipiente Roures que ya había conseguido la ratificación de algo mucho más importante: los derechos de retransmisión del Barça durante cinco años. A Roures se le puede decir lo de la vieja copla: ¿De dónde saca "pa" tanto como destaca? Y para que quede bien claro que todo pasa por la tele y el fútbol. Y así, miren por dónde, resulta que el acuerdo entre El Zaragoza y Mediapro coincide en el tiempo con el nombramiento del nuevo presidente del club que, por pura casualidad, es Eduardo Bandrés, consejero de Economía del Gobierno Aragonés,.

Pero la política es una cosa y los euros son otra. Dicho de otra forma, ¿cómo es posible hacerle la guerra a Polanco pagando las millonadas que se están pagando por los derechos de retransmisión del fútbol? Pues con ejemplos como el del Zaragoza. Porque, otra casualidad, la compra de derechos de Mediapro y la llegada del nuevo presidente coincide con la recalificación urbanística de los terrenos que ocupa La Romareda, estadio histórico del club maño.