Sr. Director:

Soy madre de familia y ama de casa. Creo que, para un político, un colectivo importantísimo, de cara a las elecciones del 1 de Noviembre en Cataluña.

Pienso que en política no hay agnósticos: los hay con ideas firmes, basadas en el bien para la sociedad y otros que se lo creen todo. Me da la sensación, que a éstos se dirigen nuestros políticos, porque los demás lo tenemos muy claro, nos digan lo que nos digan. ¡Que cosas nos dicen! ¿Cómo es posible? Parece más que defienden su puesto y su economía, que para lo que han sido elegidos.

Para mí un buen político es aquel que en lo público se olvida de si mismo para darse a los demás. Pero debe de ser una idea que ya no está al uso.

Hay principios fundamentalmente irrenunciables, como, el derecho a la vida, el matrimonio hombre-mujer, la solidaridad en la inmigración, la justicia social y la cultura de la paz.

Pero... se nos habla de democracia, cuando se lesiona la libertad de algunos; de derecho a la vida, cuando se acepta el aborto y la eutanasia; de la familia, cuando se nos imponen los colegios y aquellas asignaturas que deben estudiar. El país que asume la educación de nuestros hijos, dejando a los padres en un segundo término, es un país sin democracia. Y a esto estamos llegando a pasos agigantados.

Ante esto, tiene que crecer en nosotros el sentido de responsabilidad ante nuestro voto. Votar es un deber... pero con unidad de vida entre lo que creemos y lo que hacemos. Sea del signo que sea.

Ni la lengua, ni la educación, ni las ideas se pueden imponer. La libertad es el bien más preciado del ser humano, y que nos hace respetar a los demás en una convivencia cívica.

Deseo lo mejor para España, a través de estas elecciones en Cataluña.

Pilar Moreno Montañés

vicmola45@gmail.com