Lo absurdo y lo fantástico se dan la mano en Lluvia de albóndigas. Un relato cinematográfico lleno de encanto que traslada a la gran pantalla un best seller infantil: Cloudy with a Chance of Meatballs, escrito por Judi Barrett e ilustrado por Ron Barret.

Flint Lockwood es un creativo inventor que aspira servir a su comunidad y a que su padre se sienta orgulloso de él. Su dedicación a la ciencia se verá recompensada cuando descubra cómo transformar el agua en alimentos sólidos Claro que, todo éxito puede conllevar un riesgo, y  Flint se percatará de ello demasiado tarde Menos mal que en el camino conocerá a Sam Sparks, una deliciosa chica del tiempo que se ha desplazado a Aldabas de Mar para retransmitir  el mayor fenómeno meteorológico de la historia

Los que conozcan el cuento original, y las ilustraciones de Ron Barrett, se darán cuenta de que los jóvenes guionistas y directores han modificado esos dibujos. Para ello se han inspirado en animación de los años 50 y en los Teleñecos: todo con el objetivo de lograr rostros muy gesticulantes (grandes bocas, ojos etc). El resultado es una animación en 3D no tan perfecta como otras producciones estrenadas anteriormente pero muy alegre y expresiva

Lluvia de albóndigas tiene altibajos en su desarrollo pero combina con bastante acierto elementos de melodrama (Flint pretende ayudar a su pueblo, Aldabas de Mar, que sufre una grave crisis económica), de película de acción (cuando les persiguen tras complicarse todo), de largometraje de ciencia ficción (la máquina de fabricar comida no obedece a su creador) aunque, particularmente, el apartado que encuentro más delicioso  es el  romántico: con esa  preciosa  escena de amor que se desarrolla ¡nada menos! que en el interior de un pastel de gelatina

Para: Niños y adultos que les gusten las historias imaginativas de animación en 3D