• Destituido el primer ministro, Ali Zidán, incapaz de garantizar la seguridad.
  • Las antiguas milicias rebeldes anti-Gadafi han llegado controlar y explotar los principales puertos petrolíferos del país para beneficio propio. 
En Libia, el Parlamento ha votado a favor de una moción de censura para que Ali Zidán (en la imagen) abandone su cargo como jefe del Ejecutivo. Su puesto lo ocupará de forma interina Abdala Al Zani, actual ministro de Defensa, hasta que se celebren nuevas elecciones, cuya fecha debe aún fijar la Cámara.
Zidán sucumbe así a la crisis política, de seguridad y económica que atraviesa Libia, incapaz de controlar a muchas de las antiguas milicias rebeldes, que han llegado controlar y explotar los principales puertos petrolíferos del país para beneficio propio, informa Euronews.
Un ejemplo: recientemente, un petrolero de bandera norcoreana atracó en Sidra y tras cargar 250.000 barriles de petróleo administrado por los rebeldes, logró salir a aguas internacionales evitando el cerco impuesto por la Armada libia.
El caos ha llegado al punto de que la producción nacional de petróleo, principal riqueza del país, ha pasado de 1.400.000 barriles diarios a 300.000, comprometiendo drásticamente los presupuestos del estado.
Pero el Estado tampoco ha sido capaz de reconstruir unos cuerpos de seguridad capaces refrendar la autoridad del Gobierno y garantizar la seguridad en zonas como Bengasi, donde los atentados y asesinatos indiscriminados no se han detenido.
Recordemos cómo se ha llegado hasta aquí: a principios del 2011 se produjeron una serie de protestas en el mundo árabe -la llamada Primavera árabe- y una parte de la población de Libia se manifestó contra el régimen dictatorial de Muamar el Gadafi mientras otro segmento mantuvo su apoyo. Se inició un conflicto armado que concluyó el 20 de octubre de 2011 con la toma de Sirte, el último reducto gadafista en pie, y la muerte del coronel libio.
Tras el periodo del Consejo Nacional de Transición, en julio de 2012 se celebraron elecciones para el Congreso General Nacional, que seleccionó a Ali Zidán el 14 de octubre de 2012 como primer ministro.
Pero el Gobierno de Zidán ha sido incapaz de hacer frente al problema de las milicias que habían luchado contra Gadafi en la guerra, cada una de ellas con su propia ideología. Y todas utilizaron su poder para conseguir imponer sus demandas. Estaban al control de la seguridad de las ciudades, el control de las fronteras, la gestión de los centros de detención y la protección de las instalaciones estratégicas del país. 
Total: el caos se ha apoderado de Libia.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com