Sr. Director:

Acabo de leer en la prensa la protesta de ZP  ante el Nuncio del Vaticano acerca de la denuncia efectuada por el Papa sobre las restricciones a la libertad religiosa en España. Así, Zapatero ha contestado a Juan Pablo II que nuestro país "vive el mayor momento de libertad religiosa, ideológica y política de su historia". 

Efectivamente, cualquier persona que desee atacar o denigrar a la Iglesia Católica en España tiene toda la libertad del mundo y casi todos los medios de información a su disposición. Y por supuesto, los poderes públicos no moverán un dedo  para frenar el acoso continuo al que está siendo sometida.

El  escenario que acabo de describir  recuerda, en cierta medida, lo que le pasó, hace unos meses, a un muchacho vasco llamado Jokin. Este chico recibía constantes vejaciones por parte de un grupo de compañeros de su clase. Tras su fallecimiento, todos (profesores, amigos, etc) lamentaban no haberle defendido cuando tuvieron ocasión de ello.

Pues nada, hay que agradecer a nuestro Gobierno esta época de máxima libertad religiosa manifestando sin ningún temor nuestras convicciones. Gracias señor presidente por animarme a escribir estas líneas en los periódicos de mi país.

Alberto Bauer

abauercid@villaviciosadeasturias.com