Sr. Director:

Hay muchos trabajos, ensayos, novelas y testimonios que analizan el problema de la mujer en el Islam. Uno reciente Del Islam al Cristianismo : mi historia, breve y con un lenguaje muy cercano a la gente joven, narra algunos aspectos del problema, a través del testimonio de Sabatina James. La autora -de padres paquistaníes emigrantes en Austria, que firma con seudónimo- cuenta su adaptación progresiva a los modos y costumbres de la sociedad occidental, lo que provoca continuos choques con sus padres que no aceptan la integración de su hija adolescente en el mundo de gente joven que conoce en la escuela; la situación se hace dramática cuando le obligan a volver a Pakistán donde ya le tienen apalabrado un matrimonio y la envían a una escuela coránica. Su posterior conversión al cristianismo siguiendo el ejemplo de un compañero de estudios y la historia continúa.

De todo lo que se va escuchando y leyendo me ha venido, no sé si a la cabeza la idea, o al corazón el deseo, de que la evolución de la cultura islámica -hacia formas de vida con más libertad para la mujer, y más democráticas- va a venir desde dentro de su mismo mundo; y la protagonista de esos cambios, que tendrán un cierto carácter revolucionario, va a ser la mujer. Lo que puede pasar es que, en un momento dado, la mujer se harte y diga: ¡Se acabó! Llevo el velo si lo considero necesario para abrigarme, o porque mantiene una cierta intriga sobre mi figura, es un adorno, me gusta... es decir: ¡porque me da la gana!

No se trata de que la mujer musulmana acepte, sin espíritu crítico, todos los rasgos culturales de la mujer occidental, sino que luche por conseguir aquellos logros que han supuesto un paso adelante en el progreso y condición de la mujer, como pueden ser: la elección de pareja para el matrimonio, la monogamia (un hombre con una sola mujer), o la participación democrática en la vida social. Sin que eso les obligue a aceptar aquellos aspectos que atentan a normas morales irrevocables y han supuesto un paso atrás en la historia de la civilización, como puede ser la legalización del aborto.

José Luis Mota Garay

jlmota@canarias.org