Ya lo dijo Henry Ford: el futuro del automóvil está en la libre elección del cliente mientras fuera Ford y de color negro. Se está celebrando en Madrid el Foro del Mercado Inmobiliario, organizado por el salón Inmobiliario de Madrid. El lunes fue el día dedicado al suministro energético para nuevas edificaciones. De repente, se sube al atril el representante de la división inmobiliaria del BBVA y cuenta su caso en Almería: una promoción gigantesca para el que buscaba un suministrador de electricidad. El ponente explicó a la concurrencia que llamó a no menos de cinco compañías eléctricas, pero todas ellas le remitieron al suministrador de zona. ¿Pero no estaban ustedes liberalizados? Sí, era la respuesta pero esa zona es de otro. Al final naturalmente, acabó en la compañía de la zona.

La verdad es que ningún gobierno quiere liberalizar la energía eléctrica porque se dispararían los precios. Liberalización es igual a inflación, al menos en el sector eléctrico. Pero por decir lo que no quede. El protocolo de Kyoto y el parón nuclear no ha hecho más que detener la mínima liberalización existente. Kyoto es una losa para el crecimiento económico. Lo dijo Victoriano Muñoz, presidente de Acerinox, pero muy pocos más se han atrevido a decirlo en voz alta, especialmente porque ningún empresario quiere enfrentarse el ecologismo primario que exhiben en Moncloa. Producir electricidad con carbón es mucho más barato que con gas u otros componentes menos contaminantes.